Clostridium Perfringens: todo lo que debes saber de esta Bacteria

A la hora de hablar de una intoxicación alimentaria, lo más habitual es que nos estamos refiriendo a la bacteria Clostridium Perfrigens, que también es capaz de provocar enfermedades más graves con infecciones en heridas. Por eso, te contamos todo lo que necesitas saber sobre este microorganismo que puede provocar molestias y dolor abdominal.

que es clostridium perfringens

¿Qué es clostridium perfringens?

El Clostridium perfringens es una bacteria anaerobia, formadora de esporas y productora de toxinas, que puede encontrarse en el suelo, aguas residuales, alimentos mal conservados y en el intestino de humanos y animales. Esta bacteria grampositiva es habitual en el medio ambiente y el intestino de los humanos y animales.

Podemos encontrarlo en carnes crudas, ya que se mantiene a temperaturas de entre 12 y 50ºC, aunque su crecimiento se suele producir entre los 43 y los 47ºC. Cuenta con capacidad para sobrevivir ante condiciones adversas, ya que sus esporas pueden resistir tanto la congelación como la ebullición.

¿Qué produce la bacteria clostridium perfringens?

Al poder localizar la bacteria en el suelo o el agua contaminada, ya que esta se puede detectar en el suelo, puede ser habitual su consumo. En este caso, podría desarrollarse una enfermedad que se caracteriza por diarrea y dolor abdominal, aunque en casos más graves podría incluso llegar a convertirse en una enteritis necrotizante, un proceso poco frecuente.

Lo más normal es que la infección por esta bacteria se produzca después de que las esporas sobrevivan al cocinado de alimentos y se multipliquen tras sufrir una refrigeración inadecuada. Esto se considera cuando los alimentos se mantienen entre los 15 y los 55ºC durante un tiempo prolongado. La mejor manera de evitar que esto ocurra es no cocinar piezas de carne grandes, hacerlo a temperaturas acordes al producto, enfriar rápidamente y recalentar las sobras antes del consumo.

Síntomas de la bacteria clostridium perfringens

Tras ingerir alimentos contaminados con esta bacteria, los síntomas suelen aparecer entre 6 y 24 horas después. Estos suelen ser leves, pero también pueden generar enfermedades más importantes como la gangrena gaseosa, que ocurre cuando las esporas entran en contacto con heridas profundas con poco oxígeno, lo que facilita su proliferación y comienza a matar células, lo que genera necrosis y gases.

Sin embargo, lo más habitual es que la Clostridium Perfringens genere diarreas que desaparecen en menos de 24 horas. Esto se debe a que las esporas germinan y producen toxinas, aunque para personas inmunodeprimidas y ancianos puede llegar a ser mortal. El tiempo de incubación ronda entre 1 y 4 días, pero cabe destacar que el ganado puede morir en menos de 24 horas tras su ingesta, que suele producirse a través de agua contaminada.

¿Cómo se contagia?

Es bastante normal que la Clostridium Perfringens prolifere rápidamente en alimentos mal preparados o mal manipulados, incluso aunque haya un número reducido de bacterias. Estas son capaces de crecer rápidamente si la temperatura se lo permite, sobre todo durante la preparación.

contagio bacteria Clostridium perfringens

Esto puede ocurrir en lugares donde se preparan grandes cantidades de alimentos como colegios, hospitales o residencias, ya que son los lugares más comunes para detectar esta bacteria si no se siguen las medidas de manipulación e higiene.

Otra opción es que te contagies por contacto directo, sobre todo con heridas en la piel o quemaduras.

Tratamiento contra la clostridium perfringens

En el caso de que quieras eliminar la bacteria, es vital desinfectar meticulosamente cualquier herida. Para ello, es importante utilizar agua oxigenada, ya que la bacteria es incapaz de degradarla y muere. Asimismo, hay que prestar especial atención al proceso de enfriamiento y recalentamiento de los alimentos, ya que así podrás evitar la proliferación de las toxinas.

Para ello, la mejor opción es realizar un enfriamiento rápido y una refrigeración adecuada para evitar el crecimiento de la bacteria. También es importante el proceso de recalentamiento, que debe realizarse a temperaturas que superen los 75ºC, ya que solo a esta temperatura podrás asegurarte de que tanto las bacterias como sus toxinas se eliminen completamente.

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